Las enfermedades crónicas y degenerativas ocupan en la actualidad la primera página de los medios de comunicación y constituyen un problema generalizado que afecta a todos los sectores de población. Problemas tales como la obesidad, el cáncer, las enfermedades cardiovasculares, la artrosis, la diabetes, la osteoporosis o las enfermedades cerebrovasculares, por nombrar los más comunes, son objeto de investigaciones que suelen conducir a la creación de nuevos tratamientos que emplean todo tipo de métodos para combatir las enfermedades. Sin embargo, estos costosos tratamientos se centran más en la curación de la enfermedad que en su prevención, pues no intentan eliminar la causa subyacente de la enfermedad.Seguir leyendo…
Introducción
“La obesidad constituye uno de los problemas médicos y de salud pública más importantes de nuestros tiempos”. Philip James, Presidente del International Obesity Task Force (Grupo Internacional de Especialistas en Obesidad).
El ser humano primitivo, perteneciente al género Homo, apareció en el planeta hace unos dos millones de años, mientras que el primer ser humano moderno, el Homo sapiens sapiens, emergió hace unos 40.000 años. Durante más del 95% de su estancia en el planeta, el ser humano ha vivido exclusivamente como cazador-recolector. A lo largo su largo periplo por el planeta han acaecido dos eventos determinantes en la evolución del estilo de vida del ser humano, especialmente desde el punto de vista nutricional. En primer lugar, se produjo la revolución neolítica hace unos 10.000-12.000 años, cuando el hombre empezó a dejar la vida nómada de cazador-recolector para adoptar la sedentaria de agricultor. Esta transformación de la actividad humana podría considerarse el acontecimiento más importante de la historia del ser humano, ya que le permitió cultivar su alimento y aumentar el número de individuos permitiendo el desarrollo de sociedades complejas y de la civilización en su conjunto. Hace tan sólo 200 años acaeció otro evento de singular importancia para el ser humano, la revolución industrial que, a partir de su implantación en los diferentes países, empezó a cambiar radicalmente la alimentación de las poblaciones humanas, con la introducción de cantidades considerables de alimentos refinados (cereales, azúcar, sal, café, aceite, etc.). En esta última etapa, muy breve tanto genética como antropológicamente, se han producido más cambios en la composición de la dieta que en los dos millones de años de historia del ser humano.
Si un día al salir de nuestra casa descubriésemos que más de la mitad de las personas con las que nos cruzáramos al pasear caminan con ayuda de muletas ¿acaso no nos resultaría algo extraño? Si además quienes llevasen estas muletas, no sólo lo viesen como algo de lo más natural, sino que además se preocupasen cada año de cambiar el color y el diseño de moda de sus muletas ¿no nos extrañaríamos aún más? Sin embargo, algo similar ocurre todos los días a nuestro alrededor sin que ni siquiera nos inmutemos. Seguir leyendo…